"La verdad es lo que es y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés". Antonio Machado, poeta español
martes, 16 de febrero de 2016
Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui
Se acumulan más de 500 millones de toneladas coque en el criogénico José, Anzoátegui
Oct 28, 2014
El coque de petróleo es un subproducto residual del proceso de mejorar y refinar petróleo pesado y extra pesado en los llamados procesos de conversión profunda que tiene un alto poder calorífico y un bajo contenido de cenizas que hacen de este desecho un combustible menos costoso que el carbón y otros combustibles líquidos.
Sacando cuentas
Un experto en el tema explica que luego de la refinación del petróleo el resultado es: 70% petróleo refinado y 30% coque. Entonces, de acuerdo con lo informado el pasado viernes en rueda de prensa por el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, sí Venezuela mantiene un nivel promedio de producción de crudo de 3.011.000 barriles diarios, de los cuales 2.400.000 se exportan y 611.000 son para consumo interno.
Según la medidas de conversión, un barril de petróleo es equivalente a 0,136 toneladas. Lo que significa que sí el consumo interno son 611.000 barriles diarios, el coque producido después de la refinación es de 24.928,8 toneladas diarias.
El negocio
El auge del coque como negocio en Venezuela inició luego que el presidente Hugo Chávez empezó a impulsar “la recuperación de la independencia y soberanía de la Faja Petrolífera del Orinoco”, pues antes de ese momento, “el coque se vendía como una carga, incluso se regalaba en contratos anteriores.
Las trasnacionales, junto con la vieja Pdvsa, lo usaban para dar ventaja competitiva y debíamos pagar por el desalojo, que estaba tercerizado con empresas internacionales”, dijo el presidente de la Corporación Venezolana de Petróleo, Pedro León.
Fue a partir de ese momento, que comenzó la acumulación del coque en los diferentes centros de refinería del país y la odisea para su exportación y negociación.
Ventas infructuosas
A principios de 2010, el presidente Chávez firmó varios convenios con China, uno de ellos, era la construcción de tres plantas termoeléctricas que funcionarían a base del coque. Sin embargo, el proyecto no logró despegar.
A finales de 2010, empresas locales presentaron un proyecto fundamentado en estudios avanzados para la construcción de una planta de coque calcinado que atendería las industrias del acero y el aluminio, pero no obtuvieron respuesta.
Luego en 2011, la empresa iraní Isco presentó la misma propuesta al gobierno y fue aceptada.
Sin embargo, vista la experiencia obtenida con las empresas locales en las pruebas de calcinamiento de coque, los trabajadores de Carbonorca, productor de ánodos de carbón para la industria del aluminio, pidieron al ministerio de Industrias Básicas y Minería (Mibam) la autorización para construcción la planta, dado que ya habían obtenido resultados positivos en el proceso y contaban con los permisos ambientales, pero “no fueron tenidos en cuenta los avances ya logrados y ahora es necesario esperar a que los iraníes diseñen el proyecto desde cero… Lamentamos que haya preferencia por la industria foránea”, dijo un dirigente de Sutracarbonorca.
También ese mismo año, se firmaron acuerdos de cooperación con Turquía, entre los que se encontraba la venta de dos millones de toneladas anules de coque y que en aquella oportunidad fue visto por León como una oportunidad para usar “un sistema de subproductos de la parte petrolera para implementar la construcción de viviendas, bajo el esquema de prepagos”.
Más recientemente, en el mes de febrero en una nota de prensa de Pdvsa se anunció que al puerto de Guanta llegaron dos grúas flotantes con sistema de carga y manejo de sólidos a granel, dos remolcadores y ocho gabarras con compuertas herméticas que permitirían las exportación de coque. Esto, luego que tras varias experiencias negativas con empresas privadas nacionales y extranjeras, que no pudieron resolver el problema de acumulación y traslado del coque, la estatal petrolera decidiera rescindir los contratos.
A pesar de todos estos intentos, infructuosamente el Gobierno no ha logrado vender el coque que a diario se acumula y crece en grandes cantidades en las refinerías del país.
Contaminación ambiental
Problemas respiratorios, de alergia y asma son algunos de las enfermedades que han empezado a padecer los habitantes de Píritu, Caigua y Puerto Píritu, todas ellas, vecinas a Jose.
Desde hace más de dos años los habitantes de estos sectores vienen denunciando que la gran acumulación de coque los está afectando, pero no han recibido respuestas satisfactorias.
El año pasado la Asamblea Nacional (AN) designó un equipo mixto conformado por diputados de las comisiones de Ambiente y Energía que junto a técnicos de Pdvsa realizarían una inspección al Complejo de Jose. Sin embargo, luego el ministro Rafael Ramírez suspendiera la visita el equipo no realizó ninguna otra acción.
También la Asociación Civil Gente del Petróleo en varias oportunidades envió misivas en las que explicaban el ambiental y a la salud que está causando el gran acumulamiento de coque a las poblaciones anzoatiguenses.El diputado a la AN, Carlos Vargas explicó que la exposición prolongada al polvillo negro (que contiene azufre) “afecta severamente el funcionamiento del aparato respiratorio en la población en un radio de 10 a 12 kilómetros a la redonda” y que las poblaciones más afectadas son Barcelona, Píritu, Puerto Píritu, Piral, Paramayal y Urucual.
Agregó que en Jose ya no se ven solamente las montañas de coque, sino también de azufre, que son las montañas amarillas, que “en opinión de expertos médicos y en contaminación ambiental causan efectos más severos” que la inhalación del coque, además de provocar fuertes “olores nauseabundos”.
José Salas, del Sindicato de Trabajadores de la Faja del Orinoco (Sutrapetrorinoco), indicó que han tenido que ser desalojados en varias oportunidades debido a los gases contaminantes. “Hay tanto coque acumulado que ha comenzado a encenderse”.
Según expertos ambientales, esas partículas que están en el aire y que son levantadas cuando corre la brisa marina, deben ser sometidas a una evaluación para detectar su tamaño y así saber qué tan peligrosas son. “El tamaño crítico de estas partículas es de 10 micras, mientras más pequeñas sean, es peor, porque pueden entrar fácilmente en el tracto respiratorio”.
Mientras tanto en Falcón, los vecinos de Amuay también sufren las consecuencias de la acumulación del Coque y a pesar de que han manifestado y cerrado calles, no hay respuestas favorables ante el problema.
Varias familias en el sector La Salineta y Barrio Nuevo han presentando irritaciones oculares, erupciones labiales y afecciones cutáneas o respiratorias, al punto que han tenido que colocar cartones en sus ventanas para evitar el micro polvillo entre a sus casas.
Una fuente que no quiso ser identificada explicó que la situación se ha vuelto crítica desde que tras un apagón quedó inoperativa la planta de Flexicoquer que se utilizaba para utiliza el coque para producir componentes de gasolina, diesel, destilados, gas combustible y oleofinas.Agrega que desde 2003, Pdvsa bajó los niveles de seguridad ambiental por lo que la emisión de gases y partículas, los incendios y los accidentes son una constante.
Soluciones
Empresas locales y asesores en el tema insisten en que la solución al problema del coque es crear acá en Venezuela una planta que mecánicamente separé el coque del resto de componentes químicos y que lo hacen ser inmanejable, por su capacidad de auto combustión.
Explican que al separar el coque de los otros componentes, puede pasar a una briquetera y así, luego ser trasladado sin causar problemas ambientales o la salud y además, bajan los niveles de seguridad en el traslado, y “lo más importante es que tras el proceso, el coque no pierde su uso calórico, ni se degenera, por lo que puede ser usado normalmente para uso termoeléctrico, fabricación de aparatos electrónicos, para la fabricación de pilas secas, electrodos y muchos otros usos”.
Reconocen que anteriormente el coque en Venezuela no tenía valor y que Pdvsa lo regalaba, pero que normalmente lo interesados afirman que “no servía porque tenía un alto porcentaje de azufre, me lo llevo porque me lo das, pero que puedo hacer yo con eso”, y por el otro lado, lo vendían por altos montos o lo descomponían químicamente para venderlos por separado.
Venezuela verde